domingo, 9 de marzo de 2008

Mi pequeña incursión a los Reinos Olvidados- Capítulo VI

Mi nuevo capítulo de mis aventuras en Los Reinos. Espero que guste^^



Capítulo VI


Nimloth retuvo un poco con las riendas el paso acelerado de Caellyn. El caballo notó la presencia al igual que lo hicieron Nimloth y Aurissë minutos antes, y por eso se separaron para buscar aquello que las inquietaba.

Las elfas se volvieron a encontrar en la pradera en la que separaron con expresione sombrías.

- ¿Has encontrado algo?- preguntó Nimloth a su amiga. Ésta negó con la cabeza.- No se que queremos encontrar si no sabemos apenas lo que buscamos.- farfulló la elfa. Aurissë sonrió.

- Sabemos que hay alguien, y eso bastaría para inquietar a alguien que no conociese el bosque en el que está.- inquirió perspicaz Aurissë bajando de Leindmund y dándole unas palmaditas en el cuello.- ¿Acampamos?

- Si...llevamos todo el dia montando a caballo por el bosque y ni si quiera tengo un poco de noción sobre donde nos encontramos.- Nimloth acompañó sus palabras con un bostezo.- Me tranquiliza saber que por este bosque hay elfos.

- ¿En serio? ¿Cómo se llama el bosque?- preguntó Aurissë encendiendo una hoguera con una yesca y un pedernal. Nimloth bajó de Caellyn y lo admiró. Luego se sentó con Aurissë.

- El Bosque de la Luna. Esperemos que haya elfos...tengo ganas de verlos.

Aurissë sonrió y sacó un par de trozos de pan que les habían dado en Luna Plateada y cenaron sin prisas. Se acostaron sobre el suelo y las primeras horas las pasaron durmiendo tranquilas, pero nunca antes habían dormido en las tierras salvajes y los múltiples ruidos de la noche las inquietaban.

Muy entrada ya la noche, un chasquido de ramas hizo que Nimloth aguzara el oido. No tuvo que avisar a Aurissë, pues ya estaba con su kunai listo. Nimloth le hizo una señal con la cabeza a Aurissë para que fuese por la derecha hacia los matorrales donde había sonado el ruido.

Nimloth fue por la izquierda bordeando el seto y se encontró con un niño de no más de diez años que la miraba expectante y asustado por sus dos cimitarras.

- ¿Quién eres?- preguntó en tono seco Nimloth. El niño se encogió de hombros dando a entender que no comprendía. Nimloth puso cara de enfado pues había olvidado los inconvenientes del idioma. Aurissë asomó por el lado derecho.

- No nos entiende...- las palabras de Aurissë fueron desentendidas también para el niño, que mirada anonadado un bolsillo de Nimloth de donde salían colores. Nimloth introdujo la mano en el bolsillo y sacó su MP3.- Vaya...no sabía que te lo hubiese traido.

- Uoh, que flipe, ¿te imaginas como lo deben de ver los habitantes de los Reinos? Creerán que somos brujas.- contestó riendose Nimloth.- Esto no les gustará a los magos, es como si me hubiese traido una moto.- el niño las miró incrédulo e intentó tocar el aparato.

Al contacto con el niño, el MP3 comenzó a sonar, pues ya se había accionado solo en el bolsillo de Nimloth y ahora sonaba la música de Three Days Grace a todo volumen. El niño salió corriendo y se perdió en el bosque. Nimloth y Aurissë se encogieron de hombros y rieron divertidas.

- Es un inocente MP3...-concluyó Nimloth introduciéndolo de nuevo en su bolsillo.- Vamos a descansar.

Pasaron toda la noche durmiendo a pierna suelta y por la mañana se pusiseron enseguida en camino. Por exigencia de Nimloth ocultaron su hoguera y borraron como pudieron sus huellas.

- Esto ya es paranoia.- se quejó Aurissë.

- Toda protección es poca aquí.- respondió con aire teatral Nimloth.

Nada más montaron, las elfas echaron una carrera hasta el próximo claro del bosque, donde por supuesto pararían a comer. Nimloth había visto el claro aquella mañana desde un cerro, pero ahora había niebla.

Cuando se dieron cuenta, las elfas ya no se veían. Nimloth llamó a Aurissë y viceversa, pero las llamadas se perdían en la densa niebla que las empapaba.

- Caellyn, llévame con Aurissë, por favor.- pidió en tono suplicante Nimloth a su caballo. Éste miró en redondo y con rienda suelta galopó decidido a un punto, pero llegado al momento, se paró en seco y casi tiró a Nimloth de la silla.- ¡Caellyn, calmate!

El caballo se apoyó en sus cuartos traseros y tiró a Nimloth de la silla. Nimloth se levantó con cuidado pues le dolía a horrores un tobillo. Cayó en su intento por levantarse sintiendo punzadas de dolor en el pie. Llamó a Caellyn en la densa niebla pero no lo veía. Sintió un terrible escalofrío por todo el cuerpo.

El filo de una daga se posó sobre su garganta y una fría voz sonó a sus espaldas. Una mano la agarró por la cabeza.

- Ni intentes moverte.- advirtió. Nimloth pensó horrorizada en el asesino más temido de Faerun al ver la daga enjoyada que se posaba en su garganta. Otra voz más se unió, pero era más suave y delataba a su poseedor como de sangre élfica.

Nimloth no tuvo ninguna duda de quienes eran pues estaba al corriente de las aventuras de Artemis Entreri y Jarlaxle, el elfo oscuro.

En quien primero pensó luego, fue en la suerte de su amiga Aurissë.

1 comentario:

Anónimo dijo...

:OO!! Artemis! Jarlaxle!! Haber que pasará contigo Nim!!!
jejeje, ya espero el siguiente capitulo!