viernes, 25 de julio de 2008

Viajes entre mundos (V)

Aqui el quinto capitulo, donde cambian mucho las cosas...


Capítulo V. No me he olvidado.


Nimloth sintió que caía en agua. También oyó la caida de Entreri al lado. Cuando abrió los ojos y conseguió salir a la superficie vio que iban por un río de aguas templadas y calmadas.


Entreri se fue nadando hasta un borde, seguido de Nimloth. La elfa salío del agua tosiendo por toda el agua que había tragado en la caida. Se dejó caer en un lado, a recobrar fuerzas.


Sorprendida vio como Entreri ni se paraba, iba directamente aponerse en camino. Al ver que Nimloth no avanzaba, se la quedó mirando.


- Vamos, levanta. Nos seguirán el rastro, y creo que no deseas que te laven el cerebro.- apremió el asesino.


- Ya...no lo deseo, pero, ¿eso a ti, ahora que te importa?- preguntó Nimloth. Ante esta simple pregunta Entreri suspiró.



- Es evidente que necesitan saber como entrar, si no es por ti, es por mí. Si te mato volverás a tu mundo y él lo averiguará; con la consecuencia de que luego irá a por mí- explicó poniéndose en camino.- Date prisa.


Nimloth se encogió de hombros y siguió al asesino. No sabía donde habían ido a parar, pero por el clima era algún lugar templado entre el Norte y el Sur.


- Estamos en el Bosque Alto.- informó Entreri.- Para nuestra desgracia...un lugar inexplorado.


- Genial...


Entreri siguió entre los altos árboles, entre la maleza casi impenetrable. Nimloth había oido algunas leyendas acerca de ese bosque. Nadie, o casi nadie había sido lo suficiente afortunado de salir con vida del bosque. También había oido que por allí habitaban elfos, druidas, centauros y dragones...


Parecía que toda precaución era poca allí. Cada sombra tenía sospechosa forma y los árboles hacían el escondite perfecto para cualquier criatura que supiese escalar. Los pasos firmes y decididos de Entreri hacian que Nimloth siguiese hacia delante.


A pesar de esta decisión, el asesino se andaba con cuidado, con todos los sentidos alerta, y Nimloth lo notaba, pues el más mínimo crujido hacía que el asesino volviese su mano hacia su daga.


Andaron incalculable tiempo, Nimloth no sabía cuantas horas pero Entreri seguía el camino. Al fin, se paró en seco al llegar a un pequeño claro, aunque no salió a él. Indicó con la mirada los árboles del linde del claro.


- Paramos aquí. No hay enemigos cerca- dijo Entreri. Nimloth asintió y se dejó caer al suelo.


Se frotó los ojos cansados y se dejó caer al suelo. Cuando abrió los ojos se sorprendió al no ver a Entreri por ninguna parte. Buscó con la mirada entre los árboles pero solo vio sombras. La elfa recordó la asombrosa capacidad de sigilo del asesino y se arrebujó en su capa, apesar de saber que no servirá de nada contra un ataque.



Casi sin quererlo se quedó dormida. Descansó en un sueño inquieto, pensando que haría el asesino. Despertó cuando el sol casi ya no se translucía entre las copas de los árboles y los espesos matorrales.

Entreri seguía sin aparecer. Nimloth se levantó y comenzó a andar sin rumbo entre los árboles. Con agilidad felina se internó entre ellos. Pronto comenzó a sentirse observada de manera preocupante. miró a todos lados con disimulo y acabó por correr a toda velocidad.

Las ramas le daban fuertes latigazos al pasar corriendo pero no detenía el rumbo pues claramente la perseguían.

Pensó que si era Entreri no tenía escapatoria y él creería que quería huir. Corrió sin remedio.



Con el corazón a mil no miraba al suelo y por puro instinto esquivaba los impedimentos del camino. Sin embargo uno fue demasiado grande para pasar de él.

Una gran piedra calló en el camino. Nimloth bufó de rabia y miró hacia atrás buscando a sus perseguidores. Cogió una rama fuerte a modo de espada y permaneció en el sitio.

Unos seres humanoides aparecieron con agilidad felina. Iban pintados como salvajes. Más de cerca Nimloth pudo ver que eran elfos salvajes, con sus armas rudimentarias.

Uno de ellos comenzóa gesticular para que rodearan a Nimloth. Sin embargo ella no estaba por la labor de dejarse capturar. Escaló el árbol caido y dejó a los elfos salvajes estupefactos. Enseguida comenzaron a disparar sus flechas, que silvaban a pocos centímetros de Nimloth.
La elfa corrió hasta llegar a un acantilado que solo podía cruzarse por un tronco. Sin pensarselo dos veces echó a correr por el tronco y pronto escuchó como crujía.
El tronco comenzó a coverse y Nimloth corrió más rápido. Se rompió por la mitad, pero Nimloth saltó hacia el otro borde sin mirar abajo.

Alcanzó el borde y se agarró con ambas manos, pero había estado mucho tiempo corriendo y no le quedaban fuerzas par auparse.
Una mano agarró con terrible firmeza a Nimloth y tiró de ella. Vio como Artemis Entreri la agarraba con ambas manos y tiraba con todas sus fuerzas.
Nimloth miró con desasosiego el fondo del acantilado, donde un río que desde ahí parecía un hilo corría.
No tuvo mucho tiempo de mirarlo, sin embargo, pues de un último tirón Entreri la subió. La elfa se dejó caer al suelo, como un objeto inerte. Sintió como las fuerzas la abandonaban, todo era oscuro, empezaba a tener miedo. Un frío horrible empezó a hacer mella en ella.
Una capa le cayó encima a modo de protección y lo último que supo fue que no veía.

Entreri cogió a la elfa y maldijo por no tener a los caballos allí. Se la subió a la espalda y empezó a escalar un árbol como última defensa, pues los salvajes elfos de allí lógicamente la habían hechizado y la buscaban por alguna razón desconocida para el asesino. Él solo sabía que no podía dejarla morir porque ello conllevaría que volvería a su mundo y Argen consiguiría llegar a los Reinos Olvidados, encontrandolo también a él.
Consiguió llegar a una rama alta y sacó su espada y su daga con velocidad.
El asesino odiaba tener que atar sus posibilidades de supervivencia con los de alguien, pero no tenía más remedio.

Esperó silencioso a ver si los elfos pasaban...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, esta vez te ha salido más corto pero no menos interesante =D, a ver cuando continuas eh? que me has dejado con las ganas de seguir leyendo...

Anónimo dijo...

bueno, aunque me perdí un poco ^^ me gustó... jeje.
Saludos :D